“Pude ver que una gota de pintura había quedado seca en un rincón de la chimenea»
Luego de esa frase salgo a la calle para tomar un poco de aire. Las calles de tierra están pobladas de niños y niñas; algunos jugando, otros hablando. Me siento contento con la escritura de mi novela: Algunas son mejores que otras. Hace cinco años que estoy pacientemente sentado frente a ese manuscrito. Ha tomado múltiples formas, pasando por el formato de relato, poesía, teatro. Ahora está en su momento más acabado. Tiene formato, ya, de novela.
Me tranquiliza el aire de la tarde. Está por comenzar la primavera: un aire fresco nos rodea. A pesar de eso no pude dejar de pensar en esa gota de pintura que quedó en la línea que una esa pared y ese piso. ¿Cómo hacer para contar lo que esa gota es? La neurosis: nuestro enemigo más común y más peligroso. Describirla muchas veces, pensé en hacer eso. Describirla y describirla. No, no es así simplemente.
Cuando la describa completamente quedará solo el pensamiento. Cuando la describa completamente quedará solo el infinito. Cuando la describa completamente quedará solo la nada. Cuando la describa completamente quedará solo dios.
Cuando use todas las palabras disponibles quedará solo el pensamiento.
“Una gota blanca y suave quedó en un rincón. El blanco no era brillante. Se podía ver desde el sillón que había quedado esa gota cuando pintaron la pared.”
Estoy entrando a mi casa de los suburbios. Vivo solo en esta casa desde hace tres años. Con mi trabajo de oficinista me alcanza para poder vivir y dedicarme a escribir. Tomo un té negro. Pienso en cómo terminar con mi novela. No, pienso en cómo escribir. Pienso en terminar ese párrafo.
“Pude ver que una gota de pintura había quedado seca en un rincón de la chimenea. Una gota blanca y suave quedó en un rincón. El blanco no era brillante. Se podía ver desde el sillón que había quedado esa gota cuando pintaron la pared.”
Es sólo una gota de pintura. No hay mucho que decir el acerca de ello. Pero, el día que nos demos cuenta de lo que esa gota significa…
Muy lindo relato Dany!! espero que el aire fresco me rodeé pronto!
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Uh Gaby, el aire fresco ayuda a que no te mate la neurosis…
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Fresco y delicado. Me gustan los pensamientos del narrador, están en el punto justo.
Brillante Altamiranda.
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Es gracioso pensar que alguien, algún otro, está escribiendo esa novela.
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